Estaba ella, ahí sentadita, de lejos parecía una bella flor marchita. Nadie sabía que estaba haciendo ella ahí, solita, quizá esperaba a alguien, quizá no, o simplemente tal vez, estaba pasando sus penas.
Lo único valioso que al parecer tenia, era una margarita, hoja por hoja iba diciendo palabras, palabras que tal vez para mi, o para ti no tengan sentido; ME QUIERE MUCHO, POQUITO, NADA.
En su bella carita demostraba melancolía, tristeza, o tal vez alegría, no se sabía, ya que estaba marchita.
Ella estaba ahí solita, sentada en una banquita de un parque interminable, no sabia lo que el futuro le traía, quizá una flor vivita, o tal vez marchita.
Lorenza Soto.
