martes, 11 de enero de 2011

vieni da me.-


No sé

No sé si en muy poco tiempo uno pueda querer mucho a una persona
No sé si esa persona te pueda querer mucho en muy poco tiempo
No sé si me he enamorado alguna vez
No sé si alguien alguna vez se ha enamorado de mí
No sé si exista esa persona llamada “media naranja”
No sé si los opuestos realmente se atraen
No sé si me amas
No sé si te amo.



















 Pero si sé

Si sé que te quiero muchísimo
Si sé que para el amor no hay edad
Si sé que me quieres, aunque sea un poco
Si sé que te extraño mucho
Si sé que no dejo de pensar en ti
Si sé que esto es complicado, pero me gustan los desafíos
Si sé que no te quiero decir nada, nada de lo que siento
Si sé que me gustaría besarte hasta no poder respirar
Si sé que me gustaría que tus brazos rodearan mi cuerpo y no me libraran más
Si sé que soy afortunada de conocerte y de que me concedas algunas palabras
Si sé que me siento extraña.




Lorenza Tael.-

martes, 4 de enero de 2011

todo arreglado, todo terminado, todo marcha bien.-


Creo que nunca había sentido esto, esto de estar feliz y  dejar todos los problemas a un lado por un momento, esto de saber que una etapa terminó, y no terminó como cualquier otra etapa, terminó mejor, mucho mejor.

Esto es una sensación parecida a la emoción, pero no emoción de exalto  ni de ansias, es una emoción de alegría, nostalgia. 

Sufrimiento psicológico varios meses, muchas lagrimas derramadas, mucho, quizá demasiado dolor físico, limitación de actividades físicas, recreativas y juntas con los amigos. En resumen; una complicada etapa, un complicado año.

Pensar que yo estaba sentada en esa misma sillita cuando hace un par de años el médico dice; Hay que operar. Tres palabras conocidas y a la vez desconocidas, pero muy muy  fuertes para una niña que va solo en 6to básico. Quizá por orgullo no me eché a llorar ahí mismo, pero cuando el médico termino de dar esa charla dolorosa-enredada-dolorosa, caminé 10 pasos afuera de su oficina y me eché a llorar, llore de una manera impresionante, perdí la vergüenza de que todos cuchichearan cosas como; “ay que le habrá pasado a esa niña”, “que poca valentía la de ella”, no, ya no importaba nada, nada de nada. 

De aquí en adelante todo era distinto, esas 3 palabras me atormentaban día y noche. Pero nunca ocurría, yo cada vez empeoraba, pero la operación no se realizaba. Pensar que me iban a abrir 7 vertebras y que iban a trabajar en la medula espinosa, complicado, que miedo.

Esas 3 palabras me dejaron de atormentar porque yo pensé que si no me operaban era porque me había sanado, no, no era así. Pasaron los años y el 2010 decidieron operar, esas 3 palabras que me atormentaron mucho tiempo, me volvieron a atormentar.

Ya han pasado 6 meses desde la operación y es la primera vez que me dan una noticia realmente buena. Estaba sentada en esa misma sillita de hace 2 años y el médico en resumen me dijo; “Estas sana, estas bien. Al quitar el quiste tus reflejos están iguales y probablemente tu escoliosis mejore (sí, tengo escoliosis de muy alto grado) en marzo el doctor verá si realmente es necesario operar la escoliosis. Por ahora puedes hacer de todo tipo de ejercicio, y vivir una vida normal, como la que tenías antes. Tu medula está bien y tu cicatriz también.”


Por fin esas palabras llegaron.


Gracias.


Lorenza Tael, ahora mejor que nunca.-