Ella queria ser escritora cuando grande, para poder describir como veia ELLA las cosas, ella opinaba que vivian en una sociedad perdida, que nada tenia sentido en la vida, y que la vida se resumia a 3 palabras; nacer, vivir, morir. Porque ella no tenia intenciones de “reproducirse” en algún momento de su vida, pero bueno, para ella nada valia la pena.
Un día ella estaba simplemente mirando, todos los días habian protestas, y a ella le encanta escribir sobre estas. En un momento, su fria mirada se cruzó con una calida mirada que venia desde el centro de la marcha, era un muchacho, de un hermoso cabello castaño claro, unos ojos mas negros que el mismo carbón y una sonrisa indescriptible. Pero a ella “se supone” que no le interesaba el amor, que nunca se habia enamorado, pero tampoco nunca se sintio tan a gusto como cuando aquel muchacho le dirigio su mirada. ¿Qué hacer? ¿Qué no hacer?, ella se empezo a hacer varias preguntas, pero antes de que se respondiera alguna de ellas, llego aquel muchacho de pelo castaño claro y ojos color carbón, este muchacho soltó una corta palabra; Hola, y ella logicamente le respondió; Hola.
Todo partió con un simple “Hola” y todavia no termina, y tampoco quieren que termine.
Lorenza Tael.-
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