Aquel sonido que se acercaba lenta y suavemente, sonido que se volvía cada vez más fuerte y rápido, se multiplica.
Mi corazón late con rapidez, un sonido constante y monótono que cada vez se vuelve más rápido y nervioso, escuchaba tus pasos venir con suma rapidez y mi corazón se volvía cada vez más tonto y angustiado.
Esperaba tu llegada y los segundos se volvían eternos, es como si el tiempo se detuviera y mi corazón siguiera su ritmo nervioso.
La sombra que se acercaba no parecía tuya, los pasos que sonaban no parecían tuyos, no eran tuyos.
El torpe paso y extraña sombra se aclaraban cada vez más hasta que mi corazón volvió a su ritmo normal… No eras tú, era simplemente el torpe paso y extraña sombra de un perro juguetón.
Una vez más engañada por estúpidas ilusiones que me llevan a tu recuerdo.
Lorenza Tael.
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