De pronto la necesidad de verte u oírte es curiosa, a pesar
del cansancio a causa de que el cuento se repita una y otra vez, con distintas
personas y miradas, pero el mismo factor en común… a veces me siento como una
piedra en el camino.
Si no entiendes, no te desesperes y no hagas un mayor
esfuerzo por entenderlo, ya que ni yo lo logro.
Quizá sea un tanto egoísta, tristemente todos tenemos un
poco de todo en la sangre, unos más que otros.
Viaje tras viaje subo a las nubes, me encuentro conmigo
misma y vuelvo a caer en lo que llamamos realidad, no sé si sea cruda o cruel,
simplemente es lo que construimos para bien o para mal.
Solo te pido que recuerdes aquellos detalles que son la
única chispa que mantiene apenitas la vela de nuestra extraña amistad, nunca
apagues esta vela.
*yo solo quiero, que recuerdes eso, que fui un pasajero…
Lorenza Tael.
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